Se está secando el Poopó, el segundo lago de agua salada más grande de Bolivia. Según investigadores y campesinos, su desertización se debe al cambio climático, la contaminación minera, el desvío del río Desaguadero y a los fenómenos de El Niño y La Niña.
El Poopó está situado en el departamento de Oruro.
Según la afiliada Unitel, para el 18 noviembre se había registrado la muerte de más 30 millones de peces y 700 aves de diversas especies. Con una superficie de más de 4 mil kilómetros, el lago se ha ido secándose.
El ingeniero agrónomo Milton Pérez, de la Universidad Técnica de Oruro, quien ha investigado el comportamiento del lago, explica que es un ecosistema muy frágil, que tiene profundidad muy baja —de 1,5 a 4 metros—, y que el cambio climático ahora se siente en el altiplano cada dos o tres años, cuando antes era cada siete a diez años.
Édson Ramírez, experto en geociencias y recursos naturales, dijo que el resecamiento del lago ha provocado daños al ecosistema y a los habitantes del lugar. Según Ramírez, el lago está atravesando una fase de un evento extremo por el fenómeno de El Niño.
"El espesor del lago lo hace muy vulnerable al incremento de temperatura", dijo Ramírez.
El mayor daño del resecamiento es que la fauna que ha muerto no se podría recuperar.
Ramírez dijo que es necesario un análisis interdisciplinario para evitar que las medidas alternativas tengan a su vez efectos secundarios perjudiciales en el frágil ecosistema.
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