Se trata del comandante en jefe de la escuadra francesa quien cumplía el rol de: observadora de la guerra del Pacífico.
El señor Abel Nicolás Georges Henri Bergasse du Petit-Thouars, más conocido como Dupetit Thouars, nació el 23 de marzo de 1832 en Loiret – Francia y falleció en Tolón – Francia en mayo de 1890, fue un oficial de marina que ocupó el cargo de ‘Comandante en Jefe de la Poderosa Escuadra Francesa observadora de la guerra del Pacífico’.
La guerra entre Perú y Chile ya estaba por concluir y el Perú ya no poseía hombres ni ejércitos, cabe señalar que sí existían algunos grupos de peruanos patriotas que se inmolaban en los reductos de Lima, Chorrillo y Miraflores por defender los símbolos patrios sin embargo esos esfuerzos no eran suficientes puesto que los ejércitos chilenos estaban devastando ciudades del ‘Sur Chico’ de Lima.
Era 1881 y al enterarse de aquel terrible desenlace, el Comandante en Jefe de la Escuadra Francesa recibió órdenes para venir a este lado del mundo a verificar lo que estaba aconteciendo y percatarse que la guerra cumpla con sus características naturales (prisioneros de guerra, respeto a los civiles y a la propiedad privada, rendición etc.) Pero lo que vio Dupetit Thouars fue francamente una barbarie, el ejército chileno cometía crímenes de lesa humanidad, violaciones e incendiaba ciudades enteras como Chorrillos y Miraflores.
Dupetit Thouars decidió intervenir de manera firme en enero de 1881, los sobrevientes de la guerra con Chile le pusieron el apelativo de: “El hombre que salvó Lima” quien a través de sus gestiones políticas, diplomáticas y militares amedrentó al ejército chileno de esta manera:
“hundiré todos vuestros buques de guerra si se atreven a seguir violando, asesinando niños y mujeres embarazadas, incendiando la propiedad privada, bombardeando y saqueando la ciudad, hundiré vuestros busques”.
Augusto B. Leguía en 1924 puso cerca al mar miraflorino un monumento de bronce al almirante francés que salvo de la bestialidad a Lima.
El día de la ceremonia el acalde de Lima, el señor Pedro José Rada y Gamio expresó estas sentidas palabras:
“ Día de júbilo es para la ciudad de Lima, el de hoy, en que contempla entusiasmada, alzarse, cerca de los campos de Chorrillos y Miraflores, regados con la sangre generosa de miles de valientes defensores de la justicia, la silueta varonil y gallarda, vaciada en bronce, del almirante Bergasse du Petit Thouars, cuyo solo nombre es un canto homérico de generosidad, de decisión y de gloria”.
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