“_Hola, Sr. Migoya. Trabajo en una academia preuniversitaria como profesora y empecé a salir con uno de mis colegas. Ambos somos muy tranquilos, pero, hace poco, nos quedamos después de clases solos en mi salón y, bueno, las ganas eran tan grandes que terminamos haciéndolo contra mi escritorio, a pesar de que había gente por las demás salas todavía. Lo disfruté muchísimo, tanto que desde entonces lo hemos hecho en mil lugares: parques, baños, estacionamientos, el centro comercial… El problema es que ya nos han encontrado un par de veces y nos hemos librado por poco de tener problemas. Sin embargo, me sigue gustando mucho más que ir caleta a un hostal, como todo el mundo. ¿Es normal o ya estoy pasando el límite?”. Marcia, de Cajamarca._
EL MORBO DE SER CAZADOS
Estimada Marcia, sería mejor que las efusiones sexuales las reservaran para ámbitos no profesionales, por su propio bien y el de sus respectivas carreras, pero en sí mismo no tiene nada de reprobable ni malo el gusto por hacer el amor al aire libre o en situaciones no privadas. Si los seres humanos estamos acostumbrados a ver practicar sexo a animales en la calle –incluso a ver, recoger y pisar sus excrementos–, no veo escandaloso el contemplar a dos personas amándose en ámbitos públicos y a la luz del día.
Estimada Marcia, sería mejor que las efusiones sexuales las reservaran para ámbitos no profesionales, por su propio bien y el de sus respectivas carreras, pero en sí mismo no tiene nada de reprobable ni malo el gusto por hacer el amor al aire libre o en situaciones no privadas. Si los seres humanos estamos acostumbrados a ver practicar sexo a animales en la calle –incluso a ver, recoger y pisar sus excrementos–, no veo escandaloso el contemplar a dos personas amándose en ámbitos públicos y a la luz del día.
Otra cuestión sería si te sientes coaccionada u obligada por tu pareja a hacerlo así. Pero si te gusta y ambos disfrutan, adelante. Simplemente asegúrense de que no circulen menores de edad por los lugares donde se enzarcen carnalmente… ni sus superiores del trabajo.
Tener sexo en público es uno de los alicientes más divertidos de las relaciones de pareja y, de hecho, sacar las relaciones íntimas del dormitorio suele suponer un estimulante no solo sexual, sino que también resulta muy útil para renovar y reforzar los lazos afectivos de toda pareja.
¡Anímense todos!
¡Anímense todos!
DATOS
- Entre las celebridades que han sido ampayadas teniendo sexo en público se encuentran Miley Cirus, Will Smith, Angelina Jolie… y, entre las nacionales, la actriz Malu Costa se lleva ese honor.
- En 2012, se ampayó a dos profesores en pleno acto en un salón del colegio Santísima Niña María de Tacna. Se les suspendió ocho meses por “prácticas contra la moral y buenas costumbres”.
- Los gays son los más perjudicados por la intolerancia sexual: este año, dos lesbianas fueron detenidas en Hawai solo por demostrar su afecto con un beso en un centro comercial.
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